domingo, 12 de diciembre de 2010

Prevenir malos hábitos


Algunas costumbres como chuparse el dedo, dormir por un mismo lado, o preferir solo alimentos blandos afectan su salud oral y pueden provocar hasta malformaciones. A tiempo es posible corregir estos vicios y prevenir complicaciones. 



Existen una serie de hábitos o costumbres en los niños que afectan su buena salud oral. Los más comunes son los de: 
  • Succión 
  • Respiración 
  • Deglución 
  • Masticación 
  • Postura 
Hábito de succión
Los hábitos de succión más comunes son el chupar el dedo y utilizar chupetes defectuosos. El resultado: se afecta la posición de los dientes, provocando una salida del maxilar superior, deformidad del paladar y mordidas abiertas. 

Hábito de respiración
Los de respiración, entre tanto, se presentan en niños que respiran por la boca y conllevan a una mala posición de la lengua, mordidas abiertas y avances mandibulares (la mandíbula se va hacia delante). 

Hábito de deglución
En los de deglución podemos destacar la inadecuada posición de la lengua. Es normal que cuando uno come o pronuncia ciertas palabras coloca la punta de la lengua en la parte superior del paladar contra las rugas palatinas. En este hábito, los niños colocan la punta de la lengua entre los dientes superior e inferior anteriores, provocando que la mandíbula tenga la tendencia de irse hacia delante y mordidas abiertas.

Hábito de masticación
En cuanto a la masticación, el principal error es masticar más por un solo lado (debe ser bilateral), o preferir siempre alimentos muy blandos que no permiten un desarrollo adecuado de los maxilares. Estos hábitos provocan apiñamientos de los dientes y otras complicaciones por no ejercitar los maxilares. 

Hábito de postura
Si de posturas se trata, aquí también hay una serie de vicios que son perjudiciales. Por ejemplo, dormir siempre por un solo lado, o en los estudiantes, el colocar el brazo sobre el pupitre y la mano siempre sobre una mejilla; el hacer gestos o mímicas con regularidad, (muecas). Estos hábitos ocasionan mordidas cruzadas unilaterales (que el maxilar superior esté por detrás del inferior, cuando lo normal es que sea el superior el que sobresalga) y desviación de la mandíbula. 

Cómo prevenir?

Detectar a tiempo todos estos malos hábitos orales es importante para prevenir las complicaciones y permitir el desarrollo de una dentadura sana, armónica, alineada y bella. Inicialmente el odontopediatra es el asesor de los padres de familia en este campo, y luego, deben ser remitidos al especialista en ortopedia maxilar, otorrinolaringología y fonoaudiología, pues hoy en día se hace un manejo integral de esta problemática con resultados rápidos previniendo maloclusiones o problemas dentales más severos.

1. Los padres deben motivar a los niños a corregir estos hábitos, enseñándoles a masticar, a respirar correctamente y corregir estas posturas a temprana edad. 

2. En cuanto a la masticación, y para garantizar un adecuado desarrollo de los maxilares, es recomendable que el niño coma carne, calados, manzana, zanahorias, y quitarles la comida más blanda, como por ejemplo, compotas y papillas. 

3. En las noches, los padres deben chequear al niño si duerme más por un lado, y si está respirando por la boca, cerrársela con cuidado. 

4. En cuanto al hábito de succión del dedo, hasta los 3 años no es tan problemático, después de esa edad, se debe pensar en visitar al especialista y en comenzar a motivar al niño para que deje la succión del dedo de manera adecuada, sin recurrir a castigos

No hay comentarios:

Publicar un comentario